Continuando con las
visitas fuimos a la fortaleza de Sacsahuaman, que se encuentra a unos 3 km., del centro de la ciudad. En esta visita solo fotografíe, por la premura del tiempo
porque había que cumplir con un programa y el mal de altura que me volvió muy
lenta pero podía más el entusiasmo de estar en esta ciudad que me daba ánimos para
no perder ni una sola vista de la excursión. Todo lo que explico aquí es a base
de los libros de especialistas con los cuales anteriormente me había informado. En uno de los comentarios de B. Brecht dice que, Sacsahuaman es una
monumental construcción que fue erigida por el pueblo aunque no por un Inca en
particular... Pero, sin la presencia de una élite incaica, jamás esta colosal
obra de la civilización hubiera sido proyectada ni ejecutada.
Sacsahuaman, con sus
murallas ciclópedas.
Vistas desde el aire la
fortaleza de Sacsahuaman, tiene un diseño de cabeza de halcón con sus plumas
erizadas (figura en zigzag de las murallas). El torreón circular, al centro,
podría aludir al ojo de la cabeza de ave cuyo cuerpo, figurando un puma,
estaría conformada por la ciudad del Cusco.
Sacsahuaman hasta ahora constituye un elemento de aspecto impactante y sus enormes piedras trabajadas y juntadas con esfuerso y pulcritud.
El
Inti Raymi o “fiesta del Sol” en el Perú se representa en esta explanada de
Sacsahuaman, cada 24 de junio, desde 1944 cuando Faustino Espinoza Navarro
efectuó una reconstrucción histórica del Inti Raymi basado en las crónicas del
Inca Garcilaso de la Vega. Esta fiesta se celebra como rito concentrado
de muchas comunidades andinas y se celebra con una representación teatral, pero
también es una de las manifestaciones tradicionales más evocadoras de nuestra
identidad nacional porque simboliza los valores y recuerdos de nuestro pasado.
Estas ceremonias, si bien incluyen elementos de las tradiciones ancestrales, se
han mesclado en parte con concepciones algo más mestizas de la festividad. Sin
embargo, no dejan de ser motivo de singular atracción para muchos visitantes,
tanto nacionales como extranjeros..[1]
Tambomachay llamadas el “balnario del Inca” “Baños del Inca, el nombre de Tambomachay que se desconpone en tampu= lugar de reposo y aprovisanomiento, y machay= cueva.
En Tambomachay domina la vista grandes hornacinas que en el terreno de la especulación pudieron representar las entradas al mundo subterráneo (machay) donde moran los espíritus.
Tambomachay es una construcción trabajada con esmero que se adhiere a una pendiente en base a varios escalones conectados con graderías.
Kenko (o Quenco) se encuentra a unos tres km. de Cusco, El nombre Kenko que
significa línea en caracol, es referido de modo particular a la gran roca,
labrada en un sector con diversas figuras. Estas ruinas situadas sobre la colina llamada Socorro. Según Valcárcel este "Afiteatro" fue un lugar de culto, en cuyo centro se yergue una piedra que evocaría la figura de un puma. El “anfiteatro” de Kenko
tiene forma elíptica y es posible que la curva hubiese sido trazada en relación
a conceptos astronómicos.
Las ruinas de Kenko fueron construídas por roquedales labrados y en la roca hay muchos pasajes, escalinatas, canales y construcciones.
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