En la Ciudad Vaticano recorrimos algunos rincones de la Santa Sede que es
el centro más importante de la Iglesia Católica, asimismo alberga un majestuoso
conjunto arquitectónico histórico-artístico que inició su construcción a partir
de la segunda mitad del siglo XIV
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Cúpula de la Basílica de San Pedro
Foto: P. Mirbach
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El Estado de la Ciudad del Vaticano es un estado soberano dentro de la ciudad de Roma en la península itálica y la Santa Sede es la más alta jerarquía de la Iglesia Católica que es albergada por el Estado de la Ciudad del Vaticano que nació como Estado independiente en 1929 y desde aquel año es considerada uno de los seis microestados europeos y el país más pequeño con 44 hectáreas de extensión con una población de casi 800 habitantes. La Santa Sede es la institución que dirige la Iglesia y tiene personalidad jurídica propia como sujeto de Derecho internacional, también es la que mantiene relaciones diplomáticas con los demás países del mundo y no el Estado de la Ciudad del Vaticano, pero es el Vaticano quien da el respaldo estacional y autónomo para la actividad de la Santa Sede.
Nuestras primeras vistas de la Santa Sede fueron desde el Palacio Sant’Angelo que desde allí tuvimos una panorámica de la majestuosidad del complejo de los palacios y la Basílica de San Pedro.
Nuestras primeras vistas de la Santa Sede fueron desde el Palacio Sant’Angelo que desde allí tuvimos una panorámica de la majestuosidad del complejo de los palacios y la Basílica de San Pedro.
Luego nos dirigimos a la principal a la Plaza de San Pedro que está en dirección al castillo San'Angelo, es muy reconocible por los dos extremos de la calle. En esta plaza en el centro se ha colocado el obelisco desprovisto de jeroglíficos que fue llevado a Roma por Calígula en el año 37, posteriormente se transportó frente de la fachada en 1586, a instancias del Papa Sixto V. Desde la Plaza de San Pedro se vislumbra una fila cuádruple de 284 columnas dóricas, 88 pilares, 140 estatuas, pero en el pavimento de la plaza, en dos puntos entre el obelisco y las fuentes, se colocan piedras circulares de las cuales el pórtico parece consistir en una sola fila de columnas. La fachada de la Basílica de San Pedro fue proyectada por Carlo Maderno compuesta de balconadas y recorrida por columnas de orden gigante y desde la plazoleta se vislumbra la hermosa y gigantesca cúpula de 132 metros diseñada por Miguel Ángel Buonarroti.
El edificio principal en la Santa Sede es la Basílica de San Pedro considerada la iglesia más grande del cristianismo; su cimentación se emprendió a la segunda mitad del siglo XIV pero las obras de la construcción del templo actual fueron iniciadas por Bramante a principios del siglo XVI bajo el pontificado de Julio II y continuaron su edificación durante más de un siglo en la que participaron Giuliano da Sangallo, Antonio da Sangallo, Fray Giocondo, Baldassarre Peruzzi, Miguel Ángel, Pierro Ligorio, Jacopo, Domenico Fontana, Carlo Maderno y Gian Lorenzo Bernini. La configuración de ahora de la basílica en forma de cruz latina fue obra de Carlo Maderno y Bernini intervino en la decoración del espectacular Baldaquino que es la parte más sagrada del edificio para este lugar creó su forma con cuatro columnas altas retorcidas y estriadas que se atornillan hacia arriba y una corona calada, para aumentar la impresión de ligereza, el escultor dio una inclinación variada y conmovedora a los frisos que colgaban en la parte superior, para sugerir la idea de un dosel de tela llevado en procesión, igualmente Barnini contribuyó en la decoración del interior del ábside, que proyecto como una fulgurante gloria en torno a un óculo con la paloma del Espíritu Santo y debajo coloco un relicario con la Cátedra de San Pedro sostenida por las gigantescas esculturas broncíneas de los Padre de la Iglesia. Algunos de los ornamentos más admirados en el interior del templo son: la gloriosa escultura de la Piedad esculpida por Miguel Ángel y las diversas hornacinas donde se han colocado el monumento a Alejandro VII, un relieve a León I el Magno expulsando a Atila, San Francisco de Padua, la estatua a Pio VIII, Santa Elena, San Bruno, un óleo es la representación del bautizo de Jesús y en el último pilar derecho del santuario la imagen de bronce de San Pedro que data del siglo XIII. La basílica se dio por concluida en 1626 que fue consagrada por el papa Urbano VIII. Dentro del recinto se puede también visitar el Museo Tesoro de la Basílica de San Pedro.
El reloj en la fachada se colocó en el siglo XVIII fue obra de Giuseppe Valadier.
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Reloj en la fachada de la Basílica de San Pedro
Foto: P. Mirbach
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Escultura a los alrededores de la Santa Sede
Foto: P. Mirbach
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Vista de otro monumento en la Santa Sede
Foto: P. Mirbach
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Recordatorio en una muralla de la Santa Sede Foto: P. Mirbach
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