Diosa SI

lunes, 28 de marzo de 2016

Museo Nacional de Colombia - Bogotá



Es el museo más antiguo del país donde se puede conocer la historia a través de sus colecciones expuestas de los diferentes periodos históricos y desde que ha empezado su renovación se han propuesto como meta principal suscitar en los visitantes, reflexiones profundas e inquietudes sobre la nación, su complejidad, y sobre el reto que significa la construcción del futuro de Colombia. 




El museo fue inaugurado en 1823. Es una edificación con arquitectura de fortaleza porque hasta 1946 funcionó como prisión. Hoy restaurada y convertida en este edificio museo y dividido en diferentes niveles; en el primer nivel se encuentra la parte antropológico y etnográfico dedicado a las culturas Muisca y Tayrona; en el segundo nivel el Museo Histórico dedicado al estudio de la Conquista, la Colonia, la Independencia y la República; en el tercer nivel el Museo de Bellas Artes que consta de una sala de pintura y escultura contemporánea.[1]

Este museo exhibe más de 20.000 piezas entre obras de arte y objetos representativos de la historia nacional. Uno de sus principales atractivos es la sala Memoria y Nación que es la primera sala del proyecto que se renovó a partir de consultas a académicos y ciudadanos que han contribuido a sentar bases del proyecto de renovación de sus salas de exposición permanente y conjuntamente en asocio con el Instituto Colombiano de Antropología e Historia trabajan por la interpretación y diversificación de sus colecciones, la construcción de los relatos que las revelan y la búsqueda de nuevas maneras de narrar el país.[2]

En la sala de Memoria y Nación se propician diversas formas de interpretación de la historia, a través de miradas transversas y lecturas de conjunto. En la explicación de: Voces y memorias presenta la constitución de 1991 que significo un paso fundamental en la búsqueda del cambio del país y a través del bastón del pütchipü’üi o palabrero wayúu como símbolo esencial de mediación de conflictos; en las Tenciones y fusiones en el mundo sagrado se revela cómo las culturas a lo largo de la historia han desarrollado diferentes maneras de comprender y de expresar su espiritualidad y formas de transcendencia; en la exposición de Pensar y nombrar con la voz del otro se manifiesta como la lengua es un elemento de identidad fundamental en cualquier cultura que además es reflejo y síntesis de su pensamiento, su entorno y sus relaciones con los otros; en la Oralidad y escritura – Construcción y trasmisión de conocimiento le dan importancia a la transmisión del conocimiento tradicional a partir de la oralidad propia del pensamiento indígena ancestral que evocan con estas piezas referidas al poder de la palabra y al mito de origen; en lo que se refiere a Concebir y representar la naturaleza aquí se muestra el árbol de la abundancia, representación indígena contemporánea del universo natural donde la gente y sus etnias, animales y plantas ocupan un lugar especial y están íntimamente vinculados; en lo que se detalla a Territorio, geografía y cultura en un sitio de frontera se exhibe el mapa histórico de Agustín Codazzi e imágenes cartográficas construida durante casi doscientos años, se muestra Colombia, Venezuela, Brasil y los cambios de los mapas que cuentan historias sobre grupos humanos y diferentes realidades; en la representación de Guerra y memoria se invoca los innumerables conflictos y guerras narrado desde la memoria del combatiente y de la víctima, de la memoria de la vida de los colombianos; en Las miradas del arte se presenta de manera simbólica la historia de Colombia de finales del siglo XX e inicios del XXI a través de pinturas, fotografías y otras tendencias artísticas y lenguajes creativos todo esto en torno a fenómenos políticos y sociales de su tiempo de manera poética o alegórica, o adoptando posturas críticas; en Rostros, fragmentos e imágenes se enseña los rostros de los habitantes, sus espacios cotidianos y su trabajo donde expresan las diferencias de carácter y de circunstancias de vida en cada una de sus regiones; y en Muro de la diversidad se exhibe  un conjunto de pinturas que evidencian las distintas maneras de como las colecciones han sido conformadas durante casi doscientos años de historia del museo. [3]


[1] Museo Nacional De Colombia. Sala Memoria y Nación. Textos: Museo Nacional de Colombia. P.1
[2] Ob. Cit. P. 1
[3] Ob. Cit. Pp. 1-2-4-5-7-8-9-10-11-12.

viernes, 18 de marzo de 2016

Museo del Oro de Bogotá – Colombia



Este museo es considerado uno de los más importantes e impresionante de Colombia y a lo largo de su historia se ha convertido en un emblema de la memoria cultural del país. Su fama se debe por poseer una amplia gama de piezas de oro, objetos óseos, líticos, cerámicos y textiles de las culturas precolombinas que habitaron el territorio del país y todo esto se puede admirar en las cuatro salas de exposición permanente.



  
El Museo del Oro del Banco de la República fue creado en 1939 con el objetivo de preservar, investigar, divulgar y exhibir una de las más importantes colecciones de metalurgia prehispánica de América, visualizando de manera excepcional la memoria prehispánica y proponer la diversidad cultural actual para que el visitante no solo adquiera conocimientos sino motivar su interés con ojos de explorador de quienes son los colombianos, qué lenguas hablan las sociedades indígenas y afrocolombianas que habitan en ese país. Y todo eso se puede mirar en las salas el trabajo de los metales, la cosmología y simbolismo, el exploratorio, la gente y el oro en la Colombia prehispánica y la ofrenda. [1]

Uno de los pabellones más fascinantes es el Salón Dorado, que vislumbra con sus casi 8.000 piezas que se exhiben en un ambiente de fascinación y misterio la grandiosidad de los Muisca, Tairona, Zenú, Urabá, Qimbaya, Calima, Cauca, Tolima, Tierradentro, San Agustín, Nariño, Tumaco con sus estilos diferentes desarrollados por estas sociedades que permitieron la elaboración de miles de objetos con formas y técnicas distintas en diversas aleaciones de metal que dan testimonio de su manera particular de ver el mundo.[2]

         Según las investigaciones arqueológicas dicen que, la metalurgia en la Colombia prehispánica fue la orfebrería y la producción metalúrgica estuvo al servicio de los gobernantes, que utilizaron grandes adornos para reforzar su prestigio y hacer visible su autoridad y los acompañaron hasta sus sepulcros. De carácter religioso y simbólico, estos objetos sagrados expresaban una compleja filosofía que trata del origen del mundo y de la humanidad, explicaban el devenir del universo y justificaba las relaciones sociales y naturales. Los caciques usaron adornos elaborados en oro, cobre, platino, y en menor proporción la plata. La gente común empleó numerosos adornos metálicos sencillos. Los metales sirvieron además, para fabricar herramientas que usaron en la vida cotidiana y ofrendas que, entregadas a los dioses en los rituales, permitieron a las comunidades conservar el equilibrio del cosmos.[3]


[1] Botero Cuervo; Gómez del Corral, Lleras Péres, Lodoño Laverde, Mendoza Vargas, Sáez Samper, Socarrás Pimenta. (2013) Museo del Oro, Bogotá - Colombia - coordinación de la impresión Departamento de Documentación y Editorial del Banco de la República. Museo de Oro. P. 6.
[2] Ob. Cit. P. 7.
[3] Ob. Cit. P.10.