Diosa SI

domingo, 28 de diciembre de 2014

Turismo sostenible en Marruecos




 Trabajadora de una cooperativa de Argán explicando cómo se fabrica su aceite cosmético y sus aceites culinarios.


Tienda de productos a base del aceite de Argán.


Cáscaras del fruto del Argán.

           Las cooperativas de aceite de argán son uno de los ejemplos de turismo sostenible. La extracción de este aceite es una actividad ejercida casi exclusivamente por mujeres que de por sí solo da trabajo a 7,5 millones de personas. Es un modelo de desarrollo económico concebido para mejorar la calidad de vida de los habitantes que están involucrados en el proceso de la extracción de este producto. Por ello las pobladoras trabajan activamente para convertir este aceite en un producto competitivo a nivel internacional. Gracias a estas cooperativas se está creando una sostenibilidad social y cultural que garantiza que el desarrollo aumente en el control de los pobladores sobre sus propias vidas, para que sea compatible con la cultura y los valores de las personas afectadas para que mantenga y fortalezca la identidad de la comunidad heredera de esta milenaria tradición. A la vez facilita al visitante una compra de mejor calidad.


Aceite de argán cultivo ecológico y artesanal


     Los bereberes llevan siglos empleando el aceite de argán en sus dietas, medicina tradicional y como productos para la piel y cabellos. En su cultura este aceite tiene un carácter sagrado. Debido a esto cuando una madre berebere tiene un hijo le dan aceite de argán antes que la leche materna en señal de respeto. Además lo utilizan como forraje, combustible y madera. Se puede decir que el argán es uno de los árboles más enraizados en esta cultura.

¿Cómo se hizo famoso el aceite de argán como producto biológico?
     El aceite de argán es reconocido mundialmente cuando a principios de los noventa fueron descubiertas científicamente sus propiedades nutricionales y dermatológicas. Los análisis químicos confirmaron que el aceite tiene: ácido linoleico, ácido oleico, tocoferoles, polifenoles, cratógeno, esteroles y terpeno, alcoholes, y actualmente le dan un uso terapéutico y nutritivo.

     Hoy en día el aceite de argán se ha convertido en un aceite multiusos: Por su uso dietético en el 2001 la Cooperativa Amal recibió el primer premio concedido por Slow Food. Gracias a las cooperativas se ha vuelto a producir este aceite que es muy apreciado en la cocina marroquí. También está siendo comercializado en productos cosmetológicos, por ejemplo en jabones, cremas, lociones etc. Entre otros cuenta el tratamiento contra el acné, tratamientos corporales muy valorados para combatir los estragos de la edad debido a su contenido de antioxidantes que tienen un efecto regenerativo en la piel.[1]

¿De dónde se extrae el aceite de argán?
     El argán es un árbol silvestre que crece en el suroeste de Marruecos. Su nombre científico es Argania spinosa y puede llegar a vivir unos 200 años. Perteneciente a la familia Sapotaceae, es una especie de planta de flores, de ramas espinosas con tronco rugoso y de corta altura. Puede resistir temperaturas desde 3 °C de frio hasta 50 °C de calor. Tiene raíces profundas y es capaz de vivir con menos de dos lluvias al año.

     El aceite de argán se extrae de forma artesanal. Su producción es un proceso arduo y manual y un trabajo exclusivamente de mujeres. En el proceso tradicional la de convertir la semilla en aceite las mujeres bereberes cosechan sus frutos en primavera y los dan de comer a las cabras, cuyos jugos gástricos disuelven la dura capa elástica que cubre las cáscaras. Luego los frutos se recuperan en la mineralización de los desechos orgánicos de las cabras y se parten sus semillas, se tuestan ligeramente, se machacan y se prensan. Para producir un litro de aceite hacen falta 30 kg de frutos y 15 horas de trabajo manual.

     Recientemente algunas cooperativas han introducido un cambio en dicha tradición. Consiste en eliminar las cabras del proceso y recoger los frutos de los árboles para elaborar un aceite de sabor más sutil.

     Gracias a la producción del aceite de argán, este árbol se ha convertido en uno de los pilares de la economía rural y ha menguado la desforestación de esta especie. En 1998 la UNESCO declaró Reserva de la Biosfera Arganeraie en el suroeste de Marruecos donde crece el argán.[2]



      Entre otras, cooperativas que están siguiendo este modelo de turismo sostenible son: las cooperativas de destilación de agua de rosas a base de pétalos de rosas que después de procesados producen jabones y cosméticos en el pueblo de El-Kelaá M’Gouna, las cooperativas de los fabricantes de alfombras y mantas, las cooperativas de alfareros, la cooperativa Tigmi y muchas más.


Cooperativa El-Kelaá M’Gouna productora de destilación de agua de rosas. 


Pétalos de rosas que después de procesados se convierten en jabones y cosméticos.

 Tienda taller de tejidos artesanales.
      
     Todos los productos artesanales y ecológicos tienen un proceso trabajoso y manual y es imposible producir en cantidades industriales. Debido a esto las cooperativas se están empezando a organizar en asociaciones de productores para proteger al consumidor, porque se ha empezado a comercializar productos como los cosméticos a base de Aceite de Argán que nada tienen que ver con el Argán más que el nombre; por ello comprar a una cooperativa es la mejor manera de asegurarse de que los trabajadores cobran salarios justos y de que al producto final no se le agrega nada.[1]

    La búsqueda del equilibrio entre el crecimiento económico y la protección de los recursos nacionales ha obligado a las naciones ricas y pobres por igual a cooperar con el desarrollo del turismo sostenible a la vez que compiten por el turismo internacional. Como el Grupo Xaluca que fue iniciado y organizado por Tayeb, un beduino del desierto, y Lluís, un español. Hoy disponen de un importante grupo de empresas y hoteles, que constituyen un recurso para más de 300 familias, y han sabido encontrar el equilibrio entre tradición y modernidad, huyendo de los tópicos y centrándose en el cuidado de cada detalle para que los clientes se sientan únicos. En este grupo todos los trabajadores son originarios del país y son los que están involucrados en el servicio de atención al turista. Estos alojamientos están en su mayoría situados en el sur de Marruecos y dan alojamiento a más de 80.000 personas cada año de diferentes nacionalidades.[2]

Hotel del Grupo Xaluca.



Conductor y guía del grupo Xaluca.




Trabajadores del hotel y del restaurante del grupo Xaluca.





Guías beduinos preparando la excursión en dromedarios para la cabalgata por las dunas del Erg Chebbi.



     Otros gestores de este cambio son el Riad Ifoulki del propietario Peter Bergmann, que llegó a Marakech hace 35 años y es un apasionado defensor de la comunidad, el Riad Al Massarah, cuyos propietarios, británico y francés, Michel y Michael, rediseñaron este antiguo Riad para maximizar la comodidad y la luz del sol y minimizar el uso de agua y electricidad, y con los beneficios colaboran con un refugio para niños de la calle, mantienen a una plantilla de cinco personas y han conseguido la distinción medioambiental como primer Riad con certificado Gree Key de Marruecos, y el Riad Akka, cuya recaudación mantiene una plantilla de cinco personas y ayuda a una asociación de microcréditos para mujeres marroquíes.[3].



www.eladerezo.com/salud.../el-aceite-de-argan-el-ms-caro-del-mundo.ht...

[2] es.wikipedia.org/wiki/Argania_spinosa

[1] Bainbridge, James; Bing, Alison; Clammer, Paul; Ranger,Helen. Marruecos.Loney planet. Pp. 76-77-483.
[2] www.xaluca.com
[3] Ob. Cit.

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