Santa Cruz combina lo
mejor de la naturaleza: el encanto de su flora y fauna única en el mundo, la
belleza de sus playas bañadas por el Océano Pacifico con su pasado de fuego de
cráteres y túneles de lava
Isla
Santa Cruz
Foto: P. Mirbach |
La isla Santa Cruz, es la segunda
isla más grande del archipiélago de las Galápagos, está en el centro del conjunto
de las islas, tiene una un área de 986 km² y es la más poblada en la costa. El
archipiélago fue descubierto por el español Tomás de Berlanga en 1535 y desde
1832 pertenece al Estado ecuatoriano. Su nombre es en homenaje a la Cruz
de Cristo. Según lo leído se dice que no se han encontrado vestigios de
asentamientos humanos, pero si restos de que ha sido visitada por aborígenes
procedentes de las costas del Ecuador. Tiene un clima templado y seco porque está
influenciada por la corriente de Humbolt y los vientos alisios; sus
temperaturas oscilan entre 20° C a 31° C es decir durante todo el año tiene un
clima veraniego. En mi fascinante aventura por esa isla estuve en la ciudad de Puerto
Ayora, La Bahía Tortuga, La Laguna de las Ninfas, la Estación
Científica Charles Darwin, El Centro de Interpretación del Parque
Nacional Galápagos, Los Gemelos y El Chato.
Otra
vista de la Isla Santa Cruz
Foto:
P. Mirbach
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La Isla
Santa Cruz vista desde el avión
Foto:
C. Ponce de M.
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PUERTO AYORA
Excursión por
la ciudad y su naturaleza
Puerto
Ayora
Foto:
P. Mirbach
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La
primera visita a la Isla Santa Cruz fue a la ciudad de Puerto
Ayora que es la cabecera cantonal de la isla. A nuestra llegada al puerto
tuvimos una amplia panorámica de la infraestructura arquitectónica de la
ciudad, de su litoral rodeado de una hermosa naturaleza y su costa bañada por
el Océano
Pacifico desde donde divisamos sus lanchas pesqueras que es una de las
actividades de los pobladores, además vimos anclados cruceros turísticos que se
desplazan por esta isla recorriendo el archipiélago porque en los últimos años,
el turismo se ha convertido en otra de las fuerzas económicas de la isla. Luego
visitamos su malecón que está ubicado en la avenida Charles Darwin donde se ha
construido un parque con un complejo deportivo del cual disfrutan los lugareños
por las tardes, sin demora continuamos caminando unos minutos por la alameda y
cruzamos por el muelle de los pescadores, donde estos artesanos distribuyen sus
productos marinos directamente al consumidor. Aquí se ven algunos pelicanos
merodeando a sus alrededores esperando los residuos de los vendedores.
Al anochecer dimos una vuelta por el
rinconcito turístico gastronómico al aire libre donde se degusta todo tipo de
productos marinos de la isla, para comer escogimos el quiosco de Renato y allí
nos propusieron probar la especialidad del lugar langosta al ajo y al coco que
lo acompañaron con papas, ensalada, arroz, camarones, plátanos verdes y para
beber nos ofrecieron un delicioso jugo de piña.
Después
de cenar anduvimos por el desembarcadero muy bien iluminado, lugar visitado por
lugareños y turistas que aprovechan la ocasión para fotografiar a los lobos
marinos descansando y tuvimos la oportunidad de observar a un lobo cuidando su
territorio, presenciando como un líder botaba a otro que no era de su manada
que había invadido su área. Y para terminar la noche hicimos un circuito en el
tren turístico.
Av.
Charles Darwin de Puerto Ayora
Foto:
C. Ponce de M.
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Excursión
en el tren turístico
Foto:
P. Mirbach
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BAHÍA
TORTUGA
Mar, Cactus, iguanas y
Manglares: En un día de excursión
Senda
para llegar a la Bahía Tortuga
Foto:
P. Mirbach
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Está
bahía se encuentra a 2,5 km de la ciudad de Puerto Ayora y aproximadamente a 20
minutos a pie. El recorrido lo iniciamos desde la oficina del Parque Nacional,
la entrada es gratuita, pero todos los que ingresan deben inscribirse, seguidamente
continuamos la senda señalizada rodeada de un bosque de plantas nativas de la
isla, la caminata fue muy entretenida porque tuvimos la ocasión de vislumbrar en
toda su plenitud la naturaleza de los alrededores hasta llegar a la playa
conocida como Tortuga Bay desde donde se tiene una magnífica vista panorámica
de la bahía. Durante nuestra marcha por la playa fotografiamos en la orilla
peces que veíamos a través de sus aguas cristalinas, además en la ribera se
veían cangrejos aves e iguanas, asimismo nos indicaron que algunas veces por
esa zona se ven, tiburones de arrecife de punta blanca, tortugas marinas y por
la costa se pueden observar aves migratorias y tortugas Galápagos.
Este
balneario es considerado uno de los más bellos y extensos de arena blanca del
archipiélago, desde la entrada a la playa se distingue una ensenada que separa
la parte donde se practica surf que es la parte con oleaje y corriente y la
otra zona mansa, la cual está rodeada de un bello bosque de cactus que gracias
al arduo trabajo del Parque Nacional Galápagos y la Fundación Charles Darwin
estos árboles han vuelto a florecer que son alimento principal de las tortugas
e iguanas terrestres y otros animales nativos de la isla, y la otra parte está bordeada
de manglares que es el contorno del balneario con aguas tranquilas y apropiadas
para nadar, hacer buceo de superficie, Kayak, y otros deportes acuáticos. Asimismo,
en sus inmediaciones de esta playa se ven grupos de iguanas marinas descansando
y calentándose después de haberse alimentando de camas de algas. Este hermoso
paraje de rocas volcánicas, manglares y arena es uno de los lugares predilectos
de estos reptiles, porque las iguanas necesitan pasar tanto tiempo como sea
posible con una temperatura corporal lo suficientemente alta para permitir que
las bacterias intestinales procesen la comida, es así que, cuando
emergen del agua, ellas se asolean en la lava dirigiendo su cuerpo
perpendicularmente hacia los rayos del sol[1], y es aquí, donde ellas
reposan tranquilamente gracias a la erradicación de los perros que las cazaban
y las expusieron en peligro de extinción. Después de algunas horas regresamos
por el mismo camino hacia la ciudad.
Panorámica
de la Bahía Tortuga
Foto:
P. Mirbach
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Iguanas
marinas digiriendo sus alimentos con la ayuda
de los rayos del sol
Foto:
C. Ponce de M.
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Balneario Tortuga Bay de aguas tranquilas Foto: C. Ponce de M. |
Otra
perspectiva de la playa Tortuga Bay
Foto:
C. Ponce de M.
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Bosque
de cactus Opuntia en la bahía Tortuga
Foto:
C. Ponce de M.
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Visitantes
practicando Kayak
Foto: C.
Ponce de M.
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LAGUNA
LAS NINFAS
Maravilla natural rodeada
de manglares, peces, Moluscos y crustáceos
Laguna
Las Ninfas
Foto: P.
Mirbach
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Esta
laguna se encuentra muy cerca de la ciudad y los visitantes pueden recorrerla
cómodamente porque esta provista de puentes y pancartas en todos sus
alrededores donde se informa sobre su formación y sus características.
Se
dice que esta laguna es una desembocadura donde se encuentran a diario el agua
salada del Océano Pacífico cuando sube la marea y el agua de los
almacenamientos de las lluvias que baja por las grietas con lo cual sus aguas
están constantemente en movimiento que gracias a este fenómeno se mantiene la
vida de especies endémicas de la zona convirtiéndola en un criadero de peces,
moluscos y crustáceos; tornándola de este modo en una fuente de trabajo para la
comunidad; igualmente su flora de diferentes tipos de manglares tiene
significativas funciones en el medio ambiente como la depuración del agua reteniendo los nutrientes
y la contaminación ambiental que afecta a todos los seres vivientes de sus
alrededores, además tiene una función climática que protege la costa de oleajes y sus raíces ayudan a consolidar
el suelo deteniendo la erosión.
Otro
panorama de la Laguna Las Ninfas
Foto:
P. Mirbach
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Puente
sobre la laguna para avistar el lugar
Foto:
P. Mirbach
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Manglares
a los alrededores de la Laguna Las Ninfas
Foto:
P. Mirbach
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[1] [1] De Roy Tui, Galápagos, Cincuenta
años de ciencia y Conservación. Primera edición (2009) David Bateman Ltd..,
Nueva Zelanda. Publicado en español por el Parque Nacional Galápagos. Pp. 108.
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