Las playas de la
República Dominicana tienen fama mundial por sus hermosos paisajes con su mar
turquesa, sus palmeras, su arena blanca, su puesta del sol, su temperatura
veraniega y su refrescante brisa del Mar Caribe, eso y mucho más viví en los enclaves
turísticos de ese país
La isla Saona
Foto: P. Mirbach
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Punta
Cana
Calles del complejo turístico Punta Cana
Foto: Carmen
Ponce de M.
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Mi primer destino por el Mar Caribe fue el Distrito Municipal Turístico Verón Punta Cana según lo leído se dice que pertenece al distrito de Higüey en la provincia de La Altagracia, tiene una climatología constante con temperaturas de 26 °C, con un litoral de la zona de Punta Cana que se extiende 50 Km. de costa. Hoy es un balneario visitado por miles de turistas de todas partes del mundo, considerado uno de los destinos turísticos más visitados de La República Dominicana. Su fama comenzó a finales de la década de los 70 después que un grupo de empresarios de los Estados Unidos y Europa invirtieran en esas playas y desde esa época no ha parado el desarrollo de su infraestructura turística de primera calidad, en el cual se han edificado modernos complejos turísticos que cuentan con hoteles que albergan a sus visitantes que viene atraídos para gozar de sus playas, su verano eterno y de las comodidades en sus instalaciones, desde dietas alimenticias internacionales, campos de golf, puerto deportivo y otras diversiones donde los huéspedes pasan unas vacaciones inolvidables. Además, este balneario cuenta con el Aeropuerto Internacional Punta Cana (PUJ).
Boca
Chica
La segunda
playa qué visité en el Mar Caribe fue la de Boca Chica, balneario
situado a unos 30 kilómetros al este de Santo Domingo
de
Guzmán capital de La República Dominicana en la Bahía
de Andrés en la costa de la isla La Española. Se dice que su nombre se deriva
porque se comunica con el mar por dos bocas, la que está al oeste es la más
grande de las dos y se utiliza para ir al pueblo de Andrés de Boca Chica y la
otra boca (la chica) comunica al mar con dicha playa. Además, ese lugar cuenta con rompeolas
naturales y un manantial de agua dulce procedente del río subterráneo
Brujuelas.
Llegamos
a dicha playa por recomendaciones de una amiga dominicana, realmente es una
hermosa playa con muy buena infraestructura hotelera de la cual gozamos como
visitantes. Fue allí donde me comunique con muchos dominicanos, gente
hospitalaria y trabajadora que aprovechan la coyuntura del turismo para ofrecer
a los visitantes sus artesanías, masajes, alquileres de botes, venta de alimentos
y bebidas.
Rompeolas
naturales en el Mar Caribe de Boca Chica
Foto:
Carmen Ponce de M.
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Costa
de Boca Chica
Foto:
Carmen Ponce de M.
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Playa
Boca Chica
Foto:
Carmen Ponce de M.
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Hotel
San Juan en Boca Chica
Foto:
Carmen Ponce de M.
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La
Isla Saona
Los catamaranes llegando a la Isla Saona
Foto: P. Mirbach
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Mi última visita por el Mar Caribe fue la paradisiaca Isla Saona llamada por los taínos “Adamanay” se encuentra en el sureste de la República Dominicana y tiene una superficie de 110 km², considerada la isla más grande de La República Dominicana, forma parte de la provincia Altagracia y es parte del Parque Nacional Cotubanamá. Según las explicaciones de los guías, dicen que cuando Cristóbal Colón llegó a la isla en1494 la llamó Bella Savonesa en honor al savonés Miguel da Cuneo que fue el primero en divisarla, pero por su difícil pronunciación los pobladores le cambiaron el nombre por “Isla Saona”. Además de ser una hermosa playa, el guía nos relató que en esa isla pasó un hecho importante de la historia del país cuando en el siglo XVI el cacique taíno se refugió en la cueva Cotubanamá huyendo de la persecución de los conquistadores después de ser vencido en un enfrentamiento, pero Nicolás de Ovando lo encontró y lo asesino para asegurar la ocupación de La Española.
Cuando yo creía ya haber visto las
playas más hermosas me ofrecieron la excursión a la Isla Saona, nos
recogieron desde nuestro hotel en el municipio de Boca Chica y nos
transportaron hasta el puerto de Bayahibe
desde donde partimos en un catamarán hasta la isla; desde que divisé el
farallón nunca me imaginé, que un lugar así existiera realmente desde que se
distingue el horizonte del islote rodeado por el Mar Caribe, el paisaje es
espectacular con su playa rodeada de la belleza del colorido de las aguas
turquesas, con su impresionante fauna en la cual aparecen varias asociaciones
de especies vegetales que integran diferentes ecosistemas entre las que se
pueden distinguir bosques, matorrales, manglares y está considerada una de las
más importantes reservas ecológicas del país. Al llegar a la isla gozamos de su
paya de aguas cristalinas de poca profundidad y de su cálido sol tropical. De
regreso a 400 metros de la costa en medio del mar bajamos porque allí hay un
banco de arena donde nadamos rodeados de peces de colores, especies marina
especialmente estrellas de mar; en ese lugar el agua tiene la profundidad de
solo un metro.
Puerto de
Bayahibe
Foto: P.
Mirbach
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Balneario
de Bayahibe
Foto: P.
Mirbach
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Arribando a la isla Saona
Foto: P. Mirbach
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Rivera de la isla Saona
Foto: P. Mirbach
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Orilla de la isla Saona
Foto: P. Mirbach
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Paisaje de la playa con sus aguas color turquesas
Foto: P. Mirbach
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Banco de arena a 400 m. de la Isla Saona
Foto: P. Mirbach
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