ECOTOPÍA PARK CUMPLE 30 AÑOS, Las Terrenas – Samaná – República Dominicana
Naturaleza y campo, invita este agradable
jardín a la reflexión, a la meditación, al relax y al disfrute de unos días en
contacto con la naturaleza, eso y mucho más fue lo que nos ofreció el parque
Ecotopía
Ecotopía Park
Foto: Carmen Ponce de M.
Después
que el fenómeno climático azotara el Caribe en el mes de septiembre, nuestro
amigo Colmar nos comunicó que tanto él como los pobladores y los enclaves
turísticos ya reiniciaron sus labores y la reparación de los daños ocasionados
por ese desastre. Pero, el paso de esos huracanes ha dejado al país muy
preocupado porque cada año esos sucesos meteorológicos son más intensivos que
lamentablemente ocasionan pérdidas humanas y materiales. La última noticia que
tuvimos fue que después del paso de los huracanes Irma y María están trabajando
para mejorar la finca y estar en condiciones de recibir a los visitantes y
participantes al concierto musical que se llevará a cabo el 21 de octubre, que
celebrarán 30 años de la fundación de Ecotopía Park. Lo asombroso de la
gente que vive en esa isla caribeña son las ganas de vivir y salir adelante.
Nuestra
travesía al Parque Ecotopía lo organizamos desde San Felipe de Puerto Plata
nos trasladamos en un bus hacia el municipio de las Terrenas en la provincia de
Samaná hasta llegar al Ecotopía Park,[1]
que ha sido construido teniendo como principal objetivo mantener el equilibrio
con la naturaleza e impulsar la conservación ambiental, es decir se ha
edificado un prado ecológico que a la vez cuenta con un hospedaje
acondicionado con las comodidades básicas para satisfacer a los huéspedes. Conjuntamente
en los alrededores se ha cultivado un jardín llamado Flores de Pasión con
deslumbrantes variedades florales que lo embellecen del cual recorrimos algunos
kilómetros, asimismo para las caminatas se ha acondicionado un mirador,
espacios de descanso y fuentes naturales y para hacer más ameno el paseo se ha
construido senderos para disfrutar con comodidad de la naturaleza rural
dominicana. Lo impresionante mientras dormíamos eran sus noches arrulladas por
las cigarras, luciérnagas y otras especies que explayaban sus cantos que
gracias a la recopilación minuciosa de nuestro anfitrión se puede percibir en
el fondo musical de este video. Por el campo fui guiada por el guardián
jamaiquino que un día llegó y acabó fascinado quedándose a trabajar y vivir por
esas tierras.
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