Icono, cultural con miles de rincones por conocer. Así
es la llamada la Ciudad Cultural Europea y Cuna del Clasicismo Alemán, una metrópoli
inundada por la historia en cada una de sus calles y con una arquitectura de
estilo propio, le aporta un encanto especial que convierte a Weimar en una
ciudad interesante para explorar.
Teatro Nacional Alemán con las
esculturas de Goethe y Schiller
Foto: Carmen Ponce de M.
Después de nuestra visita
en Érfurt continuamos nuestro viaje con destino a Weimar, ciudad donde nos
hospedamos y gozamos de una deliciosa cena de camaradería.
Al siguiente día hicimos una excursión guiada
por el casco viejo de Weimar, durante la caminata él guía nos explicó,
que a esta ciudad se le dio el título honorífico de Ciudad Cultural
Europea en 1999 por un año, y además es considerada como la Cuna
del Clasicismo Alemán porque en el siglo XVIII fue el “Siglo
de oro” con los escritores Christoph Martín Wieland, Johann Gottfried
Herder y Friedrich von Schiller que vivían en la ciudad que basaron la fama de
Weimar como centro de literatura, y a los literatos le sucedieron los músicos
Johann Nepomuk Hummel y Franz Liszt que marcaron el “Siglo de plata” en la
primera mitad del siglo XIX.
Durante el itinerario recorrimos la Plaza
del Teatro situada en el centro de la ciudad con el Monumento
de Goethe y Schiller, obra de Ernst Rietschel en 1857, el Teatro
Nacional que fue primer establecimiento de teatro de Weimar, el cual fue
dirigido por Goethe por encargo del duque Carl August y el Museo Bauhaus; luego
continuamos por la calle Schillersraße donde se encuentra el Palacio
Wittum, lugar de la “tertulia” de la duquesa Anna Amalia y la Casa
Museo del poeta Friedrich von Schiller; detrás de
la casa del poeta se ha construido el Museo; Otro punto interesante es la Plaza
del
Mercado; donde se encuentra la Municipalidad, edificios de la
época del renacimiento como el complejo de La Casa de Cranach; asimismo allí
está el Hotel Elefante, es uno de los hospedajes más antiguos en
Weimar; después nos encaminamos hacia la
Plaza
de la Democracia en donde se
encuentra La Casa del Príncipe, se le llama así porque fue aposento de él
durante 30 años. Hoy ahí se encuentra instalada la Academia de Música y al
costado se encuentra la Biblioteca Duquesa Anna Amalia que
actualmente es un lugar de investigación que dispone de más de un millón de libros
y otros materiales. Delante del castillo se encuentra erguida la Escultura
de Carl-August; prosiguiendo nuestro paseo fuimos al Parque
Ilm desde donde divisamos la Casa de la señora von Stein y el Pabellón
del Jardín de Goethe; seguidamente nos desplazamos
hacia la Plaza Frauenplan (en español: Plaza el Llano
de las Mujeres) donde se encuentra la Casa del poeta Johann
Wolfgang Goethe, morada que compartió con su esposa Christiane Vulpius
y en la cual vivió hasta su muerte.
Luego nos dirigimos a Buchenwald a 10 minutos
de Weimar, lugar donde estuvo el campo de concentración de los
nacionalsocialistas entre 1937 hasta 1945.
En las exposiciones y memoriales se recuerdan a los hombres que fueron
forzados a trabajos esclavos, torturados y asesinados, se dice que en ese
presidio perdieron la vida más de 56000 detenidos. En sus salas se presentan un
gran número de escritos, fotos y objetos que documentan de la historia de esta
cárcel. El circuito se realizó por el lugar donde estuvieron las barracas de
los presos, las incineradoras del crematorio que fue el lugar donde se hacían
desparecer los cadáveres. Aún se conservan algunas salas como la del centro
hospitalario que el fin real de ese lugar era hacer experimentos con los
cuerpos de los detenidos.
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