Este museo es
considerado uno de los más importantes e impresionante de Colombia y a lo largo
de su historia se ha convertido en un emblema de la memoria cultural del país.
Su fama se debe por poseer una amplia gama de piezas de oro, objetos óseos,
líticos, cerámicos y textiles de las culturas precolombinas que habitaron el
territorio del país y todo esto se puede admirar en las cuatro salas de
exposición permanente.
El
Museo del Oro del Banco de la República fue creado en 1939 con el objetivo de
preservar, investigar, divulgar y exhibir una de las más importantes colecciones
de metalurgia prehispánica de América, visualizando de manera excepcional la
memoria prehispánica y proponer la diversidad cultural actual para que el
visitante no solo adquiera conocimientos sino motivar su interés con ojos de
explorador de quienes son los colombianos, qué lenguas hablan las sociedades
indígenas y afrocolombianas que habitan en ese país. Y todo eso se puede mirar
en las salas el trabajo de los metales, la cosmología y simbolismo, el exploratorio,
la gente y el oro en la Colombia prehispánica y la ofrenda. [1]
Uno de los pabellones más
fascinantes es el Salón Dorado, que vislumbra con sus casi 8.000 piezas que se
exhiben en un ambiente de fascinación y misterio la grandiosidad de los Muisca,
Tairona, Zenú, Urabá, Qimbaya, Calima, Cauca, Tolima, Tierradentro, San Agustín,
Nariño, Tumaco con sus estilos diferentes desarrollados por estas sociedades
que permitieron la elaboración de miles de objetos con formas y técnicas
distintas en diversas aleaciones de metal que dan testimonio de su manera
particular de ver el mundo.[2]
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